Nuestras palabras tienen dominio en nuestro subconsciente, y todo
lo que decimos tiene el poder de crear o
destruir, según el pensamiento/sentimiento que las originó. Seguro que con
anterioridad hemos escuchado o leído, “lo que sale de la boca proviene del corazón”,
es decir, que cada una de las palabras
que expresamos llevan un sentimiento diferente que las causó, ese sentimiento
puede ser de amor u odio y es el que da
la polaridad negativa o positiva a
nuestras palabras.
Cuando decimos algo, estamos haciendo una
afirmación (declaración) que nuestro subconsciente se encarga de hacer realidad
en nuestro mundo, o en su defecto en el objeto o persona a la que nos
referimos. Cuando usamos el poder de la palabra, estamos decretando y esto tendrá efecto (lo creamos o no), a largo o a
corto plazo, positivo o negativo, todo depende de nosotros. Por eso es
importante estar consciente de lo que decimos o pensamos.
Te preguntaras ¿ y Cuál es la mejor forma
de utilizar este poder?
1. Debemos estar pendiente que
lo que decimos o pensamos, sea positivo. De esta forma obtendremos lo que
deseamos en nuestro desarrollo personal.
2. Escribir lo que deseamos y leerlo diariamente, conectará nuestro
subconsciente con nuestra realidad y nos permitirá obtener lo que realmente
necesitamos o anhelamos.
3. Estar siempre conectados con los sentimientos
principales y necesarios para que nuestro decreto se haga realidad. Estos
sentimientos son la fe y la emoción que nos embarga cada vez que vemos
realizado un deseo en nuestras vidas. Te aconsejo practicar dicha emoción para sentirla, cuando
esperamos un nuevo anhelo, es decir, aunque lo que esperemos no se ha hecho
realidad, debemos sentir que ya lo obtuvimos y el sentimiento que emana de esta
práctica nos ayudara a consolidar nuestros deseos de éxito.