Para lograr nuestros sueños y ser
exitosos, debemos sanar las heridas, que tenemos en nuestro interior, que
fueron causadas por circunstancias perjudiciales (como rupturas sentimentales,
perdidas físicas, despidos laborales, engaños o estafas, entre otros). Estas
situaciones dañinas crean en nosotros desasosiegos, preocupaciones, miedos,
temores, rabias y culpas que con el tiempo obstaculizan nuestra
evolución. Por lo tanto, debemos empezar por reconocer e identificar la causa
de nuestro sufrimiento, que puede ser una persona, un evento o
problema. El reconocer cual es la esencia que nos causa daño, nos permitirá cerrar
esas heridas, consiguiendo que podamos continuar con nuestro desarrollo
personal y dejar el papel de víctima
(seremos libres y felices). Debemos
tener presente que somos seres humanos y que podemos cometer errores, que
tenemos emociones, las cuales podemos manifestar sin reprimirnos. Podemos
llorar si lo deseamos (para liberar nuestros cuerpos, tanto el espiritual como el físico) estar
triste, sin dejar que estas emociones nos destruyan, solo para que nos liberen.
Perdonar,
es sumamente importante en este proceso de sanación, ya que cuando odiamos a
otras personas, nuestros cuerpos físicos, emocional y/o espiritual se enferman o envejecen mucho más rápido.
Todo lo que hagamos en contra de otra persona (así sea nuestro mayor verdugo),
nos será devuelto. Por eso es importante excluir ese perjuicio que cometieron
en contra nuestra, para así evolucionar.
Aprender
a confrontar los fracasos o derrotas no es cosa sencilla pero debemos expulsarlos
definitivamente de nuestro mundo, reconociéndolos y tomándonos el tiempo ineludible
para superar dicha situación. Aprendamos de esos errores y transmutemoslos
en nuevas experiencias o aprendizajes significativos. Para alcanzar el éxito,
debemos cambiar nuestro estilo de vida, comportamientos, creencias, hábitos y
actitudes, es decir, cerrar ciclos viejos, creando nuevos caminos y enfrentando
nuevos retos. Emprendamos esta nueva etapa, diseñando un plan concreto donde se evidencien acciones y direcciones a tomar de forma, detallada y efectiva. Recordemos seguir utilizando
afirmaciones positivas, de forma constante, para ejercitar nuestra mente:
- “Yo,_______ puedo lograr todo lo que me propongo”.
- “Yo,______ supero los obstáculos con éxito y sabiduría”.
- “Yo,______ me valoro porque soy importante”.
- “Yo,_____ mantengo la calma en toda situación”.
- “Yo,_____ estoy transformando mi vida, liberándome de creencias y ataduras, me abro con amor a recibir el éxito en mi vida”.
Siempre
debemos analizar nuestros miedos (ejemplo: ¿a qué le temes?, porque sientes ese
temor, que te limita en tu desarrollo personal, entre otros), luego de reconocerlos, déjalos de lado, libéralos
y libérate porque ellos representan barreras
que impiden la manifestación efectivas y
rápida, de tus anhelos.