Hay momentos que atravesamos
por períodos difíciles y podemos llegar a sentirnos solos, y es allí cuando vienen a nosotros pensamientos o sentimientos de profunda
tristeza, desanimo o desaliento. A veces no sabemos el motivo por el cual todos
los problemas vienen a nosotros y los amigos o familiares nos dejan solos, es
decir, no contamos con esa asistencia que nos permita salir del escenario arduo
que estamos pasando.
El sentirse
solo o abandonado no es una situación fácil de sobrellevar, ya que nos envuelve en un sin fin de
sentimientos que pueden quebrar nuestras fuerzas y destruir todos los logros personales
que alcanzamos durante años. Como hemos dicho anteriormente la tristeza
nos sumerge en un fondo oscuro difícil
de superar. Si tu soledad se debe al abandono, date el tiempo exacto de
un duelo, pero precisa el tiempo de recuperación, pues no puedes vivir sumergida o sumergido en ese
pozo oscuro.
Dentro tenemos
la capacidad de convertir la dificultad
que nos azota, en una oportunidad para
conocernos a nosotros mismos y empezar a retomar actividades que habíamos
olvidado por atender a otra persona. Muchas veces dejamos de un lado al ser más
importante en nuestra vida “nosotros mismos” para dedicarnos a los demás. No es
momento para caer en arrepentimientos o reproches, por haber dedicado más tiempo a otra persona,
que a nuestro parecer no lo merecía. El momento es preciso para trabajar el
apego y la dependencia. Somos capaces de asumir la vida en solitario y salir
adelante.
La palabra triunfo no
solo la podemos trasladar a la parte profesional sino también a la personal, superando todos los obstáculos que nos coartan. La dependencia es limitante, pues no nos deja
prosperar y desplegar todas nuestras capacidades o virtudes, pues, nos restringimos
a lo que otro ser, quiere o espera de nosotros, olvidándonos de nuestro ser y todo lo que él necesita.
La
soledad no es mala pues nos da el espacio para disfrutar de amigos, actividades y cosas que nos colman de
alegría. Tenemos el tiempo para dedicar a nuestro cuerpo físico como descansar
o realizar actividades deportivas que nos eleven la energía y el ánimo. E
igualmente podemos emprender un nuevo negocio o actividad generadora que nos
permita progresar económicamente.
Hoy tenemos una nueva oportunidad para no dejar que la soledad nos limite,
detrás de esa experiencia que hemos vivido hay una nueva lección que aprender,
que afrontar y de la cual debemos salir victoriosos. Estar solo no significa
que es el fin del mundo, ten siempre presente que es el inicio de un nuevo
mundo, donde tú eres la protagonista y tienes la oportunidad de escribir los
libretos a tu gusto.
¡Adelante podemos superar los obstáculos!.