Cómo
afecta a nuestro cuerpo cada una de las emociones que emitimos.
Las emociones y nuestro estómago:
El estómago tiene funciones significativas,
como por ejemplo: descomponer los alimentos, el ácido del estómago y las
enzimas. Cabe enfatizar que también ayuda
a eliminar los gérmenes, bacterias u
otros organismos que se pueden haber consumido. El estómago se
afecta cuando las personas son incapaces de reconocer sus propias emociones y
expresarlas. Si eres de las personas que sufres algún trastorno digestivo debes
estar al tanto, que el origen de dicha
enfermedad se debe a que no eres capaz
de expresar lo que sientes o deseas y estás castigando a este importante órgano de
tu cuerpo. De ahora en adelante aborda a
tus emociones, con el fin de analizar lo que te afecta realmente y exprésate
constantemente.
Las emociones y
nuestro hígado:
El hígado es el gran
depurador del organismo. Se encarga de la
desintegración, acumulación y restablecimiento
de la materia. Por todo ello podemos decir que es un órgano vital, que cambia su función trascendental cuando la
persona deja que las emociones invadan su existencia. Al sentir que nuestra vida se derrumba y no podemos o nos
cuesta reconstruirla, entonces comenzamos
a depositar esas emociones de cólera, rabia y
resentimiento en él, Lo que hará que el hígado
deje de actuar naturalmente alterando su
sincronía con el resto de los órganos de nuestro cuerpo. En resumen la emoción que
afecta directamente nuestro hígado es la ira.
Las emociones y nuestros pulmones:
El propósito del pulmón es dejar que el oxígeno entre a
nuestro cuerpo, mientras remueve el dióxido de carbono. Las
emociones influyen sobre este órgano, cuando
las opiniones son oprimidas y llegamos a sentir que nos
falta el aire. E igualmente cuando nos invade el desánimo o la pena somos
propensos a sufrir enfermedades pulmonares. Recordemos que cuando nos sentimos tristes o
afligidos, nos falta el aire, lo que afecta nuestra energía vital y daña el
funcionamiento perfecto de nuestros pulmones. Para mejorar la actividad de este
órgano debemos comunicarnos frecuentemente, ampliar nuestra energía vital reduciendo
el estrés y acrecentando el buen humor.
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