Para muchas personas lo más
importante es ser “aceptados” (por los amigos, compañeros, sociedad o
simplemente por su pareja), pues le temen al rechazo. Por lo tanto muestran
solo lo que los demás quieren ver, alejándose de la verdad de su ser, dejando
de lado el amor por ellos mismos. Lo primero que podemos decir es que si
nosotros dejamos de valorarnos y amarnos, como podemos pedir que otros nos
aprecien solo por ser “como ellos quieren” un ser sin personalidad, sueños o
anhelos propios. Por ellos dejamos de ser originales, para ser solo una copia
de otros. Es
imposible creer que existen seres humanos sin defectos, solo colmados de
cualidades.
Amarnos a nosotros mismos, significa
valorarnos, sentir que somos dignos. En
ocasiones, es necesario probarnos que somos importantes alcanzando lo
anhelado, adquiriendo nuevas
habilidades, o simplemente conociendo que… “Yo soy valioso.”
No confundamos el egocentrismo (excesivo orgullo de una persona en relación consigo
misma) con amarnos. Cuando no sentimos
amor por nosotros mismos estaríamos hablando de autoestima baja. Tener una
autoestima baja es fácil, si en algún período de nuestras vidas pasamos por momentos o circunstancias que
permitieron que nos desvaloráramos personal o profesionalmente, o si durante
nuestra niñez sufrimos degradaciones o humillaciones, es factible que de
adultos sigamos sintiendo que “somos feos”, “brutos”, “locos”, “poco exitosos”,
entre otros. Entonces la autoestima baja, es
la que ofrece una falsa imagen de
nosotros, dirigida por lo que piensan otras personas que debemos ser o
hacer.
Entre las cosas que debemos dejar
de lado, es la auto-censura, pues tenemos derecho a manifestar nuestras opiniones, gustos o disgustos, sin miedo al
que dirán o si les gusta o no, a las
demás personas. Colmemos nuestra mente de pensamientos positivos hacia nosotros
y nuestros logros. Inundemos nuestra vida de nuevos propósitos o metas por
cumplir, comprometiéndonos a lograrlos. Desterremos
de nosotros el odio, el resentimiento, el rencor, y la tristeza y todos
aquellos sentimientos que nos bloquean y
no nos permiten seguir avanzando.
¡Feliz y Bendecido Día!